El Palacete de Barcelona se encuentra situado en el entorno privilegiado de la sierra de Collserola en Vallvidrera y cuenta con unas impresionantes vistas a la ciudad de Barcelona y al mar Mediterráneo.
Datando su construcción en pleno S. XIX, arquitectónicamente se vio influenciado por el neoclasicismo francés, hallando en sus líneas reminiscencias modernistas. Ha sido declarado patrimonio histórico-artístico de la ciudad de Barcelona. Este singular edificio fue un encargo de la esposa de un adinerado empresario de la época quien, después de haber amasado su fortuna en Cuba, decidió regresar a su patria para fijar su residencia definitiva en la ciudad condal.
El Palacete de Barcelona es obra de Jaume Gustà y Bondia, reconocido arquitecto modernista de influencias góticas que fue maestro de obras desde 1872 y recibió su título de Arquitecto en la recién fundada Escuela de Arquitectura de Barcelona en 1879, un año después de Antonio Gaudí, con quien tuvo relación personal y profesional. A lo largo de su carrera profesional como arquitecto municipal de la ciudad de Barcelona recibió importantes encargos públicos, tales como el Palacio de la Industria de la Exposición Internacional de 1888, la ciudad de Sants y su cementerio, la violeta de Gràcia y la sede del distrito de Sants, entre otros.
Durante el periodo comprendido entre 1997 y 2007, el palacete fue un hotel de prestigio. Personajes de fama internacional y varios miembros de la realeza europea han podido disfrutar del majestuoso encanto del Palacete de Barcelona y de su incomparable entorno.
A lo largo de su historia, el Palacete de Barcelona ha sido escenario de las más selectas celebraciones y encuentros por parte de la aristocracia y la burguesía española. En él se han celebrado eventos exclusivos de todo tipo, desde bodas y rodajes de anuncios hasta presentaciones de empresa y productos como el lanzamiento del más reciente modelo de la gama Porsche entre otros.
Se han escrito gran cantidad de artículos de actualidad en revistas de prestigio y ha servido de escenario para rodajes de películas como Savage Grace, una producción del año 2007 protagonizada por Julianne Moore y dirigida por Tom Kalin.
Los actuales propietarios adquirieron esta joya arquitectónica en el año 2007 sometiéndola a una exhaustiva restauración que ha logrado potenciar los valores originales de tan emblemático edificio combinando con gran estilo el romance histórico de su arquitectura con las innovadoras comodidades actuales.
